Nueva Zelanda es la zona vinícola más meridional del hemisferio sur. A lo largo de sus 1.200 kilómetros nos encontramos un clima frio y marítimo junto con terrenos guijarrosos en la isla sur, siendo las condiciones ideales para las variedades borgoñonas, como la Chardonnay y la Pinot Noir, o la bien reputada Sauvignon Blanc de Loira; y un clima húmedo casi subtropical en la isla norte pero que se suaviza en la parte más sur, siendo ideal para la Merlot y Cabernet Sauvignon.
Los viñedos de Nueva Zelanda se caracterizan por estar emplazados en lugares llanos, con suelos aluviales muy ricos en nutrientes como consecuencia de los sedimentos de los ríos que los recorren.
La riqueza de los suelos junto a las abundantes precipitaciones durante todo el ciclo de vida de la vid favorece su crecimiento. Este crecimiento de las plantas ha hecho que los viticultores neozelandeses recurran a la técnica del deshojado para mejorar las condiciones de hojas y racimos. Y es que esta técnica de deshojado mejora la calidad de la uva y reduce el aroma herbáceo de los vinos así como evita el problema del hongo Botrytis en las vides. Por lo tanto, se puede decir que en Nueva Zelanda se elaboran vinos con las variedades tradicionales pero utilizando la tecnología moderna.
Desde TaninoWines os invitamos a conocer más sobre los vinos de este país, donde muchos aseguran que se producen los mejores vinos Sauvignon Blanc del mundo, con una selección de la bodega Kim Crawford.