Listado de productos por bodega Dominio de Pingus
Hablar de Dominio de Pingus es hablar de Peter Sisseck. Un danés apodado Pingus de joven que vino a la Ribera del Duero en los años 90 a revolucionar el mundo del vino español y del mundo para siempre.
MoreDOMINIO DE PINGUS, VINOS DE CULTO EN LA RIBERA DEL DUERO
Peter Sisseck es el alma de Dominio de Pingus. Sobradamente reconocido en el mundo del vino, este danés trabajó durante los años 80 en la zona de Burdeos, donde su tío, también enólogo, tenía un par de Châteaux franceses. Terminó sus estudios de ingeniero agrónomo en Dinamarca y cruzó el charco para acabar en California. Ya en los 90, Sisseck llegó a la Ribera del Duero para trabajar como director técnico de Hacienda Monasterio, pero no fue hasta 1995 que empezó su andadura con Dominio de Pingus, comercializando su reconocidísimo "Pingus", uno de los vinos más caros de España y que fue bautizado con el apodo de su creador cuando era joven.
El trabajo del incansable enólogo no termina aquí, ya que también trabaja para la bodega del Priorat, Celler Mas d'en Gil y asesora como responsable técnico de Quinta Sardonia, en la IGP Vinos de la Tierra de Castilla y León.
La bodega Dominio de Pingus y sus viñedos están situados en pleno corazón de la Denominación y trabajan con la variedad típica de Ribera, la Tinta Fina, conocida mayoritariamente como Tempranillo. Trabajan con la agricultura biodinámica en sus viñedos situados entre los 700 y los 850 metros de altitud. La bodega se situada en Quintanilla de Onésimo, pero las parcelas que poseen están en el pueblo de La Horra. Son parcelas de viñas muy viejas de entre 50 y 70 años y con de bajos rendimientos que Sisseck cuida con dedicación. Son 5 hectáreas con suelos arcillosos y pedregosos, que se dividen en los Pagos de San Cristóbal, con viñas de 70 años y muy bajas producciones. Barroso, con viñas de hasta 60 años y Santa Cruz, el más joven de todos, con viñas de 50 años.
Los vinos de esta bodega son vinos exclusivos y del que se elaboran pocas unidades. Su vino estrella “Pingus”, se puede considerar un vino de culto. Todas las añadas son excelentes, pero en el año 2004 recibió los ansiados 100 puntos Parker. Actualmente también elaboran otros dos vinos: Flor de Pingus y PSI.
El trabajo en la bodega es artesanal. Comienza con la recogida manual de las uvas y posterior mesa de selección para escoger los mejores granos. Después de una fermentación en acero o en una gran tina de madera, se crían en el mejor roble francés entre 20 y 23 meses sin trasiegos hasta un mes antes de su embotellado.
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